Descripción del proyecto

NUESTROS GRANDES PRESTIGIOS

VICENTE BLASCO IBÁÑEZ

CONFESIONES DE SU VIDA Y DE SU OBRA

El bachiller Corchuelo

I

En que con un cuento baturro se retrata al insigne autor de La barraca; se trata de un político a quien no interesa la política, se define cómo debe ser la bohemia de un artista, y se habla de las duras penalidades que cuesta el crear dos pueblos en América, terrible y curioso episodio que vera el lector con sumo interés y emoción
Estaba un campesino baturro arrodillado ante el Pilar de Zaragoza, cumpliendo una promesa que había hecho. Tenía al hombro, el buen labriego, las alforjas que le servían de despensa ambulante y si no de colchón, por lo menos de cabezal…
Por una boca de las alforjas asomaban unas longanizas bien olientes, su rugoso y grasiento pellejo.
Tentado por la gula, un monaguillo, creyendo extasiado al matraco, tiró de navajeta y con tanta habilidad como disimulo, se dispuso a cortar unos trozos del suculento embutido.
Pero no había hecho más que acercar sus manos pecadoras al cuerpo del delito, cuando el baturro se volvió hacia él, y con toda su socarronería, hubo de decirle:
—T alvierto que estoy con un ojo en la Virgen del Pilar, y el otro en las alforjas.
Este es Blasco Ibáñez: está con un ojo puesto en el Ideal, y el otro en las alforjas. No se descuida.
Y hace bien, y lo hace a sabiendas.

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