Descripción del proyecto

LA MUERTE DE DON QUIJOTE

Ni el tiempo ni el progreso han conseguido borrar del carácter de nuestro pueblo su tendencia predominante. Hoy, como ayer, somos la raza belicosa, irritable y poseída de acometividad, que tenemos por indiscutible el derecho de conquista, nos entusiasmamos ante las glorias militares, y al evocar en nuestra imaginación el recuerdo de los ilustres compatriotas, colocamos siempre en primera línea a los guerreros victoriosos y relegamos a segundo término a los pensadores y demás hombres ilustres que se sacrificaron por el bien de sus semejantes. Seguimos teniendo de la patria la misma idea errónea que los españoles de hace cuatro siglos; queremos gozar universal fama de valerosos; toda nuestra felicidad consiste en que las demás naciones, más que con simpatía, nos miren con terror, y ante el más leve disgusto diplomático, casi nos sentimos deshonrados si no suena el clarín de la guerra y algunos miles de hombres se degüellan sobre el campo de batalla.

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